Hablar de arte, es uno de los temas más trillados e incómodos que pueden existir, y generalmente prefiero dejarlo para una de esas conversaciones pseudointelectuales que se tienen en un bar de luces rojas acompañados de cerveza y mezcal. Sin embargo, dejando a un lado los estereotipos, no puedo evitar saciar ese instinto humano de ponerle una etiqueta a las cosas, por lo que basado en la colección de vivencias y palabras que ronda en mi cabeza, me gusta definirlo como una forma de expresar los sentimientos por medio de la representación de una ausencia, subjetiva a la interpretación de quien la ve. El arte es en sí, un esquema de comunicación en el que emisor, mensaje y receptor completan un ciclo, y se vuelven un todo.
El arte urbano como la vanguardia del siglo XXl
El deseo de novedad y experimentación han marcado cada época con la representación de una desavenencia total de color, normas, composición y del lenguaje estético, creando vanguardias artísticas através del tiempo, como el cubismo, pop art, surrealismo y cada una de éstas representó las necesidades de expresión de diferentes tiempos, rompiendo paradigmas estéticos y sociales, llenando esa necesidad de innovación; el graffiti y arte urbano se presentan como una «polémica» posibilidad para el siglo XXI.
Generalmente cuando se menciona el arte urbano y graffiti lo primero que viene a la cabeza son los rayones que un día amanecieron en la barda de tu casa, o los cientos de estampas que cubren los señalamientos viales; sin embargo, no todo lo que está en la calle es arte urbano, hay que reconocer lo bueno de lo malo. Es como si un track que contiene algunos acordes de violines y chelos se considerara música clásica, o cualquier persona que tomara una foto fuera un fotógrafo. Hay graffiti y street art que simplemente son actos vandálicos, pues cumplen con esa necesidad primitiva de delimitar un territorio, y ya. Aún cuando lo más bello de éste movimiento y lo que lo hace único, sea lo efímero de cada una de sus obras, la ilegalidad y la constante lucha anti-autoritaria.
¿Y luego?
El arte existe como movimiento, como necesidad, pero no como un concepto superficial que haga que una simple manifestación de sentimientos representada en un lienzo, pared o pedazo de vinil, valga más o valga menos, justo es en ese lugar donde muere el arte, deja de existir, porque lo único que existe son los artistas.
“Tal palabra puede significar muchas cosas distintas, en épocas y lugares diversos, y mientras advirtamos que el Arte, escrita con A mayúscula, no existe, pues el Arte con A mayúscula tiene por esencia ser un fantasma y un ídolo.” (Gombrich, 1950) .
LABANDA 